LECTIO DIVINA
SOBRE LA CARTA DE SAN PABLO A
LOS COLOSENSES 1, 15-20
(Autor: Jhon Walter Montoya Sierra)
MARCO TEOLÓGICO:
HIMNO CRISTOLÓGICO
“Cristo es la imagen visible
de Dios, que es invisible; es su Hijo primogénito. Anterior a todo lo creado.
En Él, Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, tanto lo visible
como lo invisible, así como los seres espirituales que tienen dominio,
autoridad y poder. Todo fue creado por medio de Él y para Él. Cristo existe
antes que todas las cosas, y por Él se mantiene todo en orden. Además Cristo es
la cabeza de la Iglesia, que es su cuerpo. Él, que es el principio, fue el
primero en resucitar para tener así el primer puesto en todo. Pues en Cristo
quiso residir todo el poder divino, y por medio de Él, Dios reconcilió a todo
el universo ordenándolo hacia Él, tanto lo que está en la tierra como lo que
está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la
cruz”
1° - La statio
(preparación) Disposición del cuerpo y el espíritu.
“Amado Dios, te imploro me muestres tu verdad de lo que
quieres que entienda con esta lectura de tu palabra, coloco este texto con amor
entre mis manos como si fuera un tesoro, con mi cuerpo te digo aquí estoy, y
con mi corazón limpio, humildemente te invoco Espíritu Santo de Dios, para que
te hagas presente con tus dones de entendimiento, sabiduría y consejo, todo lo
anterior te lo pido por el poderoso nombre de Jesucristo tu Hijo, nuestro
Señor, Amén”
2° - La lectio (lectura)
Después de leer y releer este texto de la Escritura, pongo
de relieve sus elementos fundamentales, así como también resalto las palabras
que mas me impresionaron, relacionando los signos, los verbos, las acciones,
los sujetos, los sentimientos expresados y las palabras clave; todo esto con el
fin de hacer que esta lectura, considerada quizá como muy conocida, se me
muestre como nueva. También coloco este texto en el contexto más amplio de los artículos
próximos a él y del conjunto general del libro, para comprender mejor, qué es
lo que quiere decir.
“Imagen visible de
Dios” ; “Todo fue creado por medio de
Él y para Él” ; “Cristo existe antes
que todas las cosas” ; “Por Él, se
mantiene todo en orden” ; “Él es el
principio” ; “Por medio de Él, Dios
reconcilió a todo el universo” ; “Haciendo
la paz, mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz”.
(Los fieles de Colosas, se hallaban turbados por dos clases
de seductores: los unos les enseñaban a mezclar con el Evangelio, las
ceremonias del judaísmo; los otros a acercarse a Dios, mas no por Jesús-Cristo
como mediador, sino por los ángeles, a los cuales daban ellos esta cualidad u
oficio, según los principios de la filosofía platónica. San Pablo desde Roma,
donde se hallaba preso, les escribe para desengañarlos de tales errores; y les
da después excelentes reglas para su conducta).
3° - La meditatio
(meditación)
Es necesario que me responda a mi mismo las siguientes
preguntas: ¿Que valores perennes tiene para mí, este texto? ; ¿Qué me dice a
mí? ¿Qué mensaje referido al aquí y ahora, propone este pasaje con la autoridad
que le da el ser Palabra del Dios vivo?
Jesucristo es Dios, y siempre ha existido, y es la relación
correcta para llegar a Dios Padre; si queremos conocer a Dios, debemos conocer
entonces primero a Jesús, pues si Él es la imagen visible de Dios, significa
que es exacto a Dios, y es al mismo tiempo Creador y engendrado por el Creador,
es un misterio hermoso de amor, ese Dios amor que es el Espíritu Santo, que
también nos ama, y que al amarnos nos une a su esencia divina y nos hace
también imagen y semejanza suya.
4° - La oratio
(oración)
Señor ! hazme comprender qué valores permanentes de este
texto me faltan. Hazme captar cuál es tu mensaje para mi vida! ; permiteme
encontrar esa relación correcta en mi vida, para ser verdadera imagen y
semejanza tuya, que así como quien veía a Jesús veía al Padre, quien me vea a
mí vea en mí a Jesucristo.
5° - La contemplatio
(contemplación)
Permiteme Señor detenerme con amor en el texto; más aún, quiero
pasar del texto y de su mensaje, a la contemplación de Aquel que habla en cada
página de la Biblia: de Jesús, Hijo del Padre, dador del Espíritu Santo. Quiero
vivir en la contemplación, en la adoración, en la alabanza y en el silencio
ante Aquel que es sujeto último de toda oración, el Cristo Señor, Dios nuestro,
vencedor de la muerte, revelador del Padre, mediador absoluto de la salvación,
dador de la alegría del Evangelio; Que mi oración sea como un hilo que enlace
siempre mis jornadas con su amor.
6° - La consolatio
(consolación)
Señor consuelame en este ejercicio espiritual de reflexión de
tu palabra pues es muy importante para mi camino de oración, ya que sin ese
elemento de tu consuelo, la oración
pierde su sal y su gusto. Que tu consolación restablezca en mí, el gozo de
orar, y de sentirme íntimamente a gusto de Dios y de las cosas de Cristo. Regalame
Señor ese don que ordinariamente se produce en el ámbito de la lectio divina,
aunque evidentemente es tu Espíritu Santo quien es libre de concederlo a
quienquiera; ya que solo de la consolación es de donde brotan las opciones
valientes de pobreza, castidad, obediencia, fidelidad y perdón, que yo quiero
vivir y experimentar, porque es el lugar y la atmósfera propia de las grandes
opciones interiores.
7° - La discretio
(discernimiento)
Señor regalame el don del discernimiento para que se manifieste
con mayor claridad aún, la vitalidad de tu consolación en mi vida, mediante el
gusto por este texto de tu Evangelio, a través de una especie de olfato
espiritual para las cosas de Cristo, para hacerme sensible a todo lo que es
evangélico y a lo que no lo es. Te pido Señor ese don para poder realizar un
discernimiento importante, porque no estamos llamados tan sólo a observar los
mandamientos en general, sino a seguir a Jesucristo y ese seguimiento no
conlleva una evidencia inmediata en las opciones de cada día si no hemos
entrado, por así decirlo, en la mente de Jesús, si no hemos saboreado su
pobreza, su cruz, la humildad de su nacimiento y su perdón. Que esta capacidad
de discernir la marca evangélica en las emociones ordinarias y en los
movimientos de mi corazón sea un don tan grande como el que San Pablo pedía
para todos los fieles: "Que recibáis abundancia de sensibilidad para que
podáis distinguir siempre lo mejor, lo que agrada a Dios y lo que es perfecto" (Filp 1, 9-10; Rom 12,2). Hoy tu Iglesia Señor, tiene una enorme necesidad de
discretio, ya que sus opciones decisivas no se refieren tanto al bien o al mal
(no matar, no robar), sino a lo que es mejor para el camino de la Iglesia y
para el mundo.
8° - La Collatio
(Intercomunicación)
Esta palabra indiscutiblemente a suscitado en mí, el deseo
de ser mejor, de ser imagen de Dios en medio del mundo, dice San Pablo que Dios
reconcilió al universo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó
en la cruz, es decir que el camino de la reconciliación y de la paz ya fue
trazado, construido y caminado por Cristo con su cruz; esa experiencia me
consuela y me anima a seguir adelante y a motivar a otros a valorar el
sacrificio de Cristo en la cruz por amor a nosotros.
9° - La deliberatio
(deliberación)
Quiero dar el paso sucesivo. De la experiencia interior de
la desolación primaria y de la consolación de Cristo, he aprendido a discernir
y a decidir, según Dios. Analizando atentamente mis opciones vocacionales, me doy
cuenta de que siguen, aunque sea inconscientemente este proceso. Mi vocación
es, efectivamente, una decisión tomada a partir de lo que Dios me ha hecho
sentir y de la experiencia que de ello he tenido en mi vida como miembro de la
Iglesia.
10° - La actio
(acción)
El fruto maduro de todo este camino que he recorrido, es y
debe ser la acción; mi acción como cristiano; esta lectura bíblica y mi acción,
no son ni mucho menos dos vías paralelas, no se lee la Sagrada Escritura solo para
conseguir la fuerza que nos permita realizar lo que hemos decidido! Sino que más
bien debemos leer y meditar esta palabra para que broten las debidas decisiones y para
que la fuerza de la consolación del Espíritu Santo, nos ayude a ponerlas en
práctica. No se trata, como muchas veces pensamos, de orar más para obrar
mejor, sino de orar más para comprender lo que debo hacer y para poder hacerlo
a partir de una opción interior.
LECTIO DIVINA
SOBRE LA
CARTA DE SAN PABLO A LOS EFESIOS 1, 3-14
MARCO TEOLÓGICO:
ALABANZA A DIOS POR
SU OBRA SALVADORA (DESIGNIO DE LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN)
“Alabado sea el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha bendecido en los
cielos con toda clase de bendiciones espirituales. Dios nos escogió en Cristo
desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos Santos y sin defecto en su presencia. Por su
amor, nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de
Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su
voluntad. Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad,
con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo. En Cristo, gracias a la sangre
que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Pues Dios ha
hecho desbordar sobre nosotros las riquezas de su generosidad, dándonos toda
sabiduría y entendimiento, y nos ha hecho conocer el designio secreto de su
voluntad. Él en su bondad se había propuesto realizar en Cristo este designio,
e hizo que se cumpliera el término que había señalado, y este designio consiste
en que Dios ha querido unir bajo el mando de Cristo todas las cosas, tanto en
el cielo como en la tierra. En Cristo, Dios nos había escogido para que tuviéramos
parte en su herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo
hace según la determinación de su voluntad. Y Él ha querido que nosotros seamos
los primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que todos alabemos su
glorioso poder. Gracias a Cristo, también ustedes que oyeron el mensaje de la
verdad, la buena noticia de su salvación, y abrazaron la fe, fueron sellados
como propiedad de Dios con el Espíritu Santo que Él había prometido. Este Espíritu
es el anticipo que nos garantiza la herencia que Dios nos ha de dar, cuando
haya completado nuestra liberación y haya hecho de nosotros el pueblo de su
posesión, para que todos alabemos su glorioso poder”.
1° - La statio
(preparación) Disposición del cuerpo y el espíritu.
“Amado Dios, te imploro me muestres tu verdad de lo que
quieres que entienda con esta lectura de tu palabra, coloco este texto con amor
entre mis manos como si fuera un tesoro, con mi cuerpo te digo aquí estoy, y
con mi corazón limpio, humildemente te invoco Espíritu Santo de Dios, para que
te hagas presente con tus dones de entendimiento, sabiduría y consejo, todo lo
anterior te lo pido por el poderoso nombre de Jesucristo tu Hijo, nuestro
Señor, Amén”
2° - La lectio (lectura)
Después de leer y releer este texto de la Escritura, pongo
de relieve sus elementos fundamentales, así como también resalto las palabras
que mas me impresionaron, relacionando los signos, los verbos, las acciones,
los sujetos, los sentimientos expresados y las palabras clave; todo esto con el
fin de hacer que esta lectura, considerada quizá como muy conocida, se me
muestre como nueva. También coloco este texto en el contexto más amplio de los artículos
próximos a él y del conjunto general del libro, para comprender mejor, qué es
lo que quiere decir.
“Dios nos escogió en
Cristo desde antes de la creación del mundo” ; “Fuéramos santos y sin defecto en su presencia” ; “En Cristo gracias a la sangre que derramó,
tenemos la liberación y el perdón de los pecados” ; “Nos ha hecho conocer el designio secreto de su voluntad” ; “Consiste en que Dios ha querido unir bajo
el mando de Cristo, todas las cosas” ; “Todo
lo hace según la determinación de su voluntad” ; “Gracias a Cristo, también ustedes fueron sellados como propiedad de
Dios, con el Espíritu Santo que el había prometido” ; “El Espíritu es el anticipo que nos garantiza la herencia que Dios nos
ha de dar”.
(San Pablo, que había convertido a la fe a los de Éfeso, les
escribe esta carta desde Roma, en donde se hallaba preso con motivo de su
apelación al Cesar. El objeto era excitar en sus corazones los sentimientos de
un vivo reconocimiento por la gran misericordia que ha usado Dios con ellos,
llamándolos a la salud eterna por la fe en Jesús-Cristo su Hijo, en el tiempo
mismo en que su ceguera y desórdenes los hacían indignos de su gracia. Con este
motivo trata del misterio de la vocación de los gentiles, y finalmente instruye
a los Efesios, en las obligaciones de la vida cristiana)
3° - La meditatio
(meditación)
Es necesario que me responda a mi mismo las siguientes
preguntas: ¿Que valores perennes tiene para mí, este texto? ; ¿Qué me dice a
mí? ¿Qué mensaje referido al aquí y ahora, propone este pasaje con la autoridad
que le da el ser Palabra del Dios vivo?
Si fuimos escogidos por Dios para ser santos y buenos, sin
defecto alguno, eso significa que sí podemos ser perfectos como Dios quiere que
seamos perfectos; entonces ¿por qué nos gusta más el pecado y la maldad?, ¿es
que no nos fue suficiente el Sacrificio de nuestro Señor Jesús-Cristo en la
Cruz? , ¿o es que simplemente no nos interesa su sacrificio por nuestra
salvación?. No solo en la comunidad de Éfeso y/o en los tiempos de Pablo se ha
pisoteado la sangre de Cristo, y se ha despreciado y menospreciado la presencia
viva del Espíritu Santo quien nos ha sellado como propiedad de Dios, sino que
el hombre prefiere y ha preferido siempre alejarse de esas verdades, y de ese
Dios misericordioso y bueno que siempre nos ha dado una nueva oportunidad, esa
es su voluntad, que todos por medio del sacrificio de Jesús, nos salvemos.
4° - La oratio
(oración)
Señor! hazme comprender qué valores permanentes de este
texto me faltan. Hazme captar cuál es tu mensaje para mi vida! ; quiero ser
obediente a tu voluntad, quiero ser agradecido con tu sacrificio por mí, no
quiero formar parte de ese común denominador de personas que te siguen
despreciando, quiero formar parte de la excepción, quiero ser de los hombres
que con fe y confianza buscan agradarte siempre,
no quiero cambiar jamás tus verdades de Dios por las mentiras de los hombres.
5° - La contemplatio
(contemplación)
Permiteme Señor detenerme con amor en el texto; más aún, quiero
pasar del texto y de su mensaje, a la contemplación de Aquel que habla en cada
página de la Biblia: de Jesús, Hijo del Padre, dador del Espíritu Santo. Quiero
vivir en la contemplación, en la adoración, en la alabanza y en el silencio
ante Aquel que es sujeto último de toda oración, el Cristo Señor, Dios nuestro,
vencedor de la muerte, revelador del Padre, mediador absoluto de la salvación,
dador de la alegría del Evangelio; Que mi oración sea como un hilo que enlace
siempre mis jornadas con su amor.
6° - La consolatio
(consolación)
Señor consuelame en este ejercicio espiritual de reflexión de
tu palabra pues es muy importante para mi camino de oración, ya que sin ese
elemento de tu consuelo, la oración
pierde su sal y su gusto. Que tu consolación restablezca en mí, el gozo de
orar, y de sentirme íntimamente a gusto de Dios y de las cosas de Cristo. Regalame
Señor ese don que ordinariamente se produce en el ámbito de la lectio divina,
aunque evidentemente es tu Espíritu Santo quien es libre de concederlo a
quienquiera; ya que solo de la consolación es de donde brotan las opciones
valientes de pobreza, castidad, obediencia, fidelidad y perdón, que yo quiero
vivir y experimentar, porque es el lugar y la atmósfera propia de las grandes
opciones interiores.
7° - La discretio
(discernimiento)
Señor regalame el don del discernimiento para que se manifieste
con mayor claridad aún, la vitalidad de tu consolación en mi vida, mediante el
gusto por este texto de tu Evangelio, a través de una especie de olfato
espiritual para las cosas de Cristo, para hacerme sensible a todo lo que es
evangélico y a lo que no lo es. Te pido Señor ese don para poder realizar un
discernimiento importante, porque no estamos llamados tan sólo a observar los
mandamientos en general, sino a seguir a Jesucristo y ese seguimiento no
conlleva una evidencia inmediata en las opciones de cada día si no hemos
entrado, por así decirlo, en la mente de Jesús, si no hemos saboreado su
pobreza, su cruz, la humildad de su nacimiento y su perdón. Que esta capacidad
de discernir la marca evangélica en las emociones ordinarias y en los
movimientos de mi corazón sea un don tan grande como el que San Pablo pedía
para todos los fieles: "Que recibáis abundancia de sensibilidad para que
podáis distinguir siempre lo mejor, lo que agrada a Dios y lo que es perfecto
(Filp 1, 9-10; Rom 12,2). Hoy tu Iglesia Señor, tiene una enorme necesidad de
discretio, ya que sus opciones decisivas no se refieren tanto al bien o al mal
(no matar, no robar), sino a lo que es mejor para el camino de la Iglesia y
para el mundo.
8° - La Collatio
(Intercomunicación)
Esta palabra ha despertado en mi, la conciencia de que debo
someter totalmente mi voluntad a Cristo Jesús mi Señor y mi salvador, esa es la
obediencia y la humildad que Dios pide y exige a sus hijos y es también su
voluntad. Me siento muy honrado de haber sido escogido por Dios en Cristo desde
antes de la creación del mundo, y debo corresponder de igual manera a este
honor inmerecido por cierto que Dios nuestro Señor me ha concedido.
9° - La deliberatio
(deliberación)
Quiero dar el paso sucesivo. De la experiencia interior de
la desolación primaria y de la consolación de Cristo, he aprendido a discernir
y a decidir, según Dios. Analizando atentamente mis opciones vocacionales, me doy
cuenta de que siguen, aunque sea inconscientemente este proceso. Mi vocación
es, efectivamente, una decisión tomada a partir de lo que Dios me ha hecho
sentir y de la experiencia que de ello he tenido en mi vida como miembro de la
Iglesia.
10° - La actio (acción)
El fruto maduro de todo este camino que he recorrido, es y
debe ser la acción; mi acción como cristiano; esta lectura bíblica y mi acción,
no son ni mucho menos dos vías paralelas, no se lee la Sagrada Escritura solo para
conseguir la fuerza que nos permita realizar lo que hemos decidido! Sino que más
bien debemos leer y meditar esta palabra para que broten las debidas decisiones y para
que la fuerza de la consolación del Espíritu Santo, nos ayude a ponerlas en
práctica. No se trata, como muchas veces pensamos, de orar más para obrar
mejor, sino de orar más para comprender lo que debo hacer y para poder hacerlo
a partir de una opción interior.
BIBLIOGRAFÍA
-Sagrada Biblia
-Definiciones bajadas de Internet
-Conceptos personales
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