8/14/2014

                                                   EL PODER DE LA PALABRA 
                                 (Un Comentario personal al texto de Don Pedro Salinas)
                                        
                                                  (Autor : Jhon Walter Montoya Sierra)
                                            
“Al hombre le preocupa su lengua, por una motivación profundamente vital, porque se a dado cuenta del poder fabuloso contenido en la palabra. Las palabras más significativas encierran una fuerza de expansión y una potencia irradiadora.
Los revolucionarios franceses por Ej. Lanzaron su lema ..Libertad, Igualdad, fraternidad.. ,y esos tres vocablos provocaron y han provocado una verdadera revolución en la historia, muchos hombres vivieron y murieron por ellos o contra ellos.
Las palabras poseen doble potencia, un secreto poder de muerte parejo con otro poder de vida, que contienen inseparables, dos realidades contrarias, la verdad y la mentira, lo mismo ocasión de engañar o de aclarar, capacidad de confundir y extraviar; en los vocablos se libra como en todo, la lucha entre dos principios claros, el del bien y el de el mal; todo depende de la recta intención del que la maneja.
Cuanta desgracia en cambio con el celebre lema de Hitler…Nuevo orden…pues esas dos palabras fueron usadas al servicio de la causa más siniestra, la guerra; olvidándose que sólo cabe orden en la concordia y nunca en la imposición violenta de abstenciones de las facultades de los hombres que se han dejado engañar por insuficiencia de sentido critico ante esas dos palabras, porque no saben en verdad lo que significan ”.  

Siempre he escuchado y sabido que la palabra humana tiene poder, el poder de transmitir bien sea lo bueno o lo malo, bendición o maldición, mentira o verdad.

Desde los albores de la humanidad, el hombre se ha comunicado con sonidos y palabras que de una u otra manera exteriorizan los pensamientos y los sentimientos propios de un individuo o de una colectividad; es decir que las palabras solo son las manifestaciones externas que muestran la estructura interna (mental, existencial, moral, emocional y psíquica) de cada persona.

Si la estructura interna del individuo es vacía o incoherente, lo que manifiesta es necedad, si es profunda y critica manifiesta sabiduría en sus palabras y actos, si es virtuosa manifiesta amor, si es audaz manifiesta valentía en su palabra.

¿ Pueden las palabras cambiar al mundo ?, indudablemente la historia nos ha enseñado que sí; pues aunque el hombre no siempre escuche, casi siempre se hará escuchar, y cuando no es escuchado entonces se frustrará y/o se revelará.

La palabra de Dios tiene todo el poder y siempre se hará escuchar, lo mismo intenta hacer el hombre, pero todo lo humano siempre tiene un límite, y este límite al poder de nuestras palabras lo tiene nuestra propia conciencia, por tanto antes de tener conciencia del significado de nuestras palabras, debemos primero tener conciencia de nuestra estructura y de nuestra propia edificación interior.


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