QUE LE OFRECE LA
IGLESIA CATÓLICA A LOS JÓVENES QUE SE QUIEREN CASAR
El Matrimonio es un Sacramento, pero además de ser un
Sacramento, debe ser un estado de
Santidad y de paz interior.
El Matrimonio es un lazo invisible, como un cordón
umbilical entre Dios y la pareja, y
entre la pareja misma, por la cual se alimentan y nutren su relación constantemente con el amor de
Dios.
El perdón de los pecados,
que se obtiene con el Sacramento de la reconciliación, previo al del Matrimonio,
da tranquilidad y estabilidad moral
a la pareja.
Ser una sola carne significa ser “Uno Solo”, un solo destino, un
solo camino, un único amor, y esto es verdad, como son todas las promesas de
Dios: “una sola carne”. Así como una madre siente cuando un hijo que está
lejos, está bien o mal, así también un cónyuge siente lo mismo por su pareja: si está triste o feliz, si te ama o si no te ama, si te traiciona o te es fiel, si necesita de ti o quiere
estar sin ti; ser una sola carne es como “quitar el velo a los ojos y a los
sentidos del corazón”. Desafortunadamente hay hombres (y también algunas mujeres), que creen y sienten que
esto de ser una sola carne, les da propiedad sobre su esposa (o), y le tratan como
un objeto propio, con el que pueden hacer lo que quieren y sobre el cual tienen
el derecho absoluto, y le maltratan, cuando lo que debieran hacer es amarle,
pero si no son capaces de amar entonces es mejor que les devuelvan su libertad.
Si un hombre respeta y ama a su
novia, le debe dar la dignidad de esposa
legítima que ella se merece. Pero por otra parte, ser legítimamente
casados, No es una dispensa de Dios para
pecar libremente, todo lo contrario, es una oportunidad única para santificarse y santificar a su pareja ,
con un amor mutuo, con la comprensión, con el respeto, con la alegría, con la
fidelidad, con el perdón cada vez que
sea necesario, con la dignidad que cualquier humano exige y se merece, pero
sobre todo con la certeza, de que si así obramos, siempre tendremos la
bendición de Dios en nuestro Matrimonio.
La Iglesia Católica ofrece a los
jóvenes esta Estabilidad que ellos
necesitan y que exigen a su pareja, y debe ayudarles a tomar esta buena decisión; que ellos entiendan que vivir los sacramentos
en pareja, es bueno. Desafortunadamente
muchos jóvenes no creen en el
Matrimonio, no por falta de fe, ni por falta de amor, sino porque están desinformados, y esto si es
responsabilidad de todos los miembros de la Iglesia; los jóvenes deben entender
que cuando se es inteligente, se
deben seguir bien todos los pasos y vivir bien los procesos correctos, y que además de ser inteligentes deben tener obediencia de la voluntad de Dios.
La Iglesia Católica permite a los
jóvenes además tener la Continuidad,
de los sacramentos, cuyo proceso ya han iniciado la mayoría desde su Bautismo.
Finalmente los invito a
reflexionar en un pequeño texto de la Palabra
de Dios (donde están todas las respuestas que el hombre necesita para ser
feliz en su matrimonio), y que algunas veces repetimos
mecánicamente, pero en cuyo contenido,
podemos encontrar las promesas del Espíritu Santo de Dios (Esposo de María), a
todos los matrimonios.
(Lucas 1, 28-31):
- ¡ Alégrate
!.............................................................Sentir la Alegría
de agradar a Dios.
-Llena de Gracia,…………................................….Tener
la gracia, el permiso, el “sí” de Dios. La Gracia es esa fuerza, esa santidad necesaria
para caminar rectamente, por los caminos
correctos, sin ofender a Dios.
-El Señor está contigo,……………………………Gozar
de la compañía constante de Dios. El
Señor viene invitado por los esposos, a vivir en
medio de ellos, esto implica que Él siempre nos
va a acompañar, pero como a todo visitante
ilustre, debemos tratarlo bien y no ofenderle.
-No temas, que gozas del amor de Dios….…...…..Recibir como
pareja, la bendición de Dios. (Bendita
Eres entre las mujeres) (Donde está
Dios, todo es bendito) . Al recibir
la
bendición del Señor nos hacemos
representantes dignos del amor que Dios da a
esa familia.
-Concebirás y darás a
luz un Hijo,………………...Recibir para nuestros hijos su bendición (Bendito
el fruto de tu vientre) (Bendición
heredada de sus Padres).
-A quien llamarás Jesús…………..……………….Contar siempre con
Jesús.
(Jesús)
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